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¿Qué son los corticoesteroides?

Generalidades de los corticoesteroides (también conocidos como glucocorticoides, corticoides o esteroides)

6 de agosto de 2019

Los corticoesteroides, también conocidos como glucocorticoides, corticoides o simplemente esteroides, son medicamentos similares al cortisol. Estos son diferentes a los esteroides anabólicos que se utilizan a veces para "ganar musculo".

El cortisol es una hormona producida en los humanos por las glándulas adrenales, que se localizan encima de los riñones. Esta también se conoce como "la hormona del estrés" ya que se libera en respuesta al mismo y está involucrada en múltiples procesos del cuerpo (como inflamación, metabolismo, formación de huesos y control de la presión arterial).

Existen múltiples presentaciones de corticoesteroides, entre los que se incluyen la cortisona, hidrocortisona, prednisona, prednisolona, metilprednisolona, dexametasona y betametasona. Aunque la concentración y dosis de estos diferentes medicamentos pueden variar, los efectos buenos y malos de todos los corticoesteroides son similares a las dosis equivalentes de cada una (o sea, todos son "igual de buenos" y tienen las mismas complicaciones).

Estos pueden ser utilizados por múltiples vías, según la necesidad, por lo que existen presentaciones en tabletas, jarabes, cremas, inhaladores, inyecciones e incluso en gotas para ojos y en enemas.

Los corticoesteroides tienen una gran capacidad para disminuir la inflamación y para suprimir las defensas (llamado inmunosupresión) por lo cual se utilizan de forma frecuente para tratar problemas de inflamación en las articulaciones (artritis), del tejido conectivo (lupus y vasculitis), de la piel (psoriasis, urticaria y eczemas), del intestino (enfermedad inflamatoria intestinal), neurológicas (esclerosis múltiple y neuritis óptica), de la sangre (anemia hemolítica, purpura trombocitopénica inmune), del hígado (hepatitis autoinmune) y de las vías respiratorias (asma y rinitis). Incluso, por sus efectos también se utilizan en ciertos tipos de cáncer y en el manejo de los trasplantes para evitar rechazos.

Aunque estos medicamentos tienen una gran efectividad con una potencia y rapidez de acción que permiten su uso para alivio rápido de síntomas e incluso para situaciones que amenazan la vida, desafortunadamente también tienen efectos adversos que obligan a un uso racional y por el menor tiempo y a la menor dosis posibles.

Dentro de sus efectos adversos encontramos infecciones (por la supresión de las defensas), retención de líquidos, aumento de la presión arterial, cambios del ánimo y del comportamiento, insomnio, aumento del azúcar en la sangre, aumento del riesgo de infecciones y aumento del apetito (con aumento de peso).

Cuando se utilizan por largo tiempo los corticoesteroides pueden causar cataratas, acné, fragilidad en la piel y adelgazamiento de esta, osteoporosis, enlentecimiento de la cicatrización, aumento de grasa corporal en ciertas zonas (como cara y nuca) y lentitud en la respuesta de las hormonas a las situaciones de estrés (conocido como insuficiencia adrenal). Por esta insuficiencia adrenal los esteroides no deben ser suspendidos de forma abrupta cuando se utilizan por más de 15 días seguidos ya que pueden causar fatiga, malestar general, disminución de la presión arterial e incluso cambios en los electrolitos del cuerpo.

Por todo lo anterior, el uso de los corticoesteroides debe ser realizado siempre bajo indicación y supervisión médica. Teniendo en cuenta el diagnóstico y su indicación, el personal de la salud podrá guiar sobre las dosis adecuadas, la forma de manejo y las medidas para evitar los efectos adversos de esta medicación según los riesgos y beneficios de cada caso. En ocasiones estos medicamentos deben ser utilizados por tiempos prolongados e incluso a altas dosis y, en estos casos, el personal médico tomara todas las medidas necesarias para minimizar los efectos secundarios de los corticoesteroides.

Dentro de las medidas que se incluyen para disminuir el impacto de los corticoesteroides a largo plazo se incluyen una dieta balanceada baja en grasas y rica en calcio, suplementos de calcio según la dosis y duración del tratamiento, dieta y ejercicio para evitar el aumento de peso y mantener una buena salud ósea. Dependiendo de la edad, el tiempo de uso y las dosis utilizadas se realizará búsqueda o prevención de complicaciones como osteoporosis, cataratas, glaucoma, diabetes, hipertensión arterial y aumento del colesterol.

En entradas posteriores profundizaremos sobre los diferentes mitos que existen alrededor de estos medicamentos.