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¿Qué son las vasculitis?

28 de mayo de 2019

Hoy comentaremos sobre vasculitis y sus generalidades.

Vasculitis es un término para enfermedades poco comunes que inflaman los vasos sanguíneos (que es por donde se transporta la sangre a las diferentes partes del cuerpo). Hay muchos tipos de vasculitis, por lo que las manifestaciones clínicas y la gravedad de estas pueden ser muy variables. Las manifestaciones pueden ser leves, como malestar general, hasta causar daño de órganos y muerte.

La mayoría de estas enfermedades son infrecuentes y pueden afectar cualquier sexo y edad. Algunos tipos de vasculitis afectan más a ciertos grupos de personas o se caracterizan por algunas manifestaciones que suelen ser características. Por ejemplo, la enfermedad de Kawasaki es más frecuente en niños, la arteritis de Takayasu en mujeres jóvenes y la arteritis de células gigantes en mayores de 50 años.

Debido a que pueden obstruir el flujo de la sangre a cualquier parte del cuerpo, como pulmones, nervios, riñones y piel, las vasculitis pueden causar una gran variedad de alteraciones. Algunos ejemplos pueden ser:

  1. Brotes en piel ("púrpura"), masas o bultos ("nódulos") o llagas ("úlceras").

  2. Ojo rojo (por escleritis o uveítis).

  3. Fiebre y pérdida de peso.

  4. Daño pulmonar o sangrado por el pulmón.

  5. Hinchazón en las articulaciones.

Se desconoce cuál es la causa de la mayoría de las vasculitis. Se han propuesto factores genéticos (herencia) que en asociación a algún estimulo ambiental (infecciones, tóxicos, medicamentos, etc.) desencadenan un ataque del sistema de las defensas a los vasos sanguíneos. Cuando no se conoce la causa, las vasculitis se denominan idiopáticas o primarias (se consideran que estas son de causa autoinmune). Cuando se conoce la causa, las vasculitis se denominan secundarias. Dentro del grupo de las vasculitis secundarias hay varios grupos. Algunas pueden estar asociadas a otras enfermedades reumáticas (como el Lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide y el síndrome de Sjögren). Otras pueden ser secundarias a reacciones a medicamentos (como metimazol) o tóxicos (cocaína) y hay un grupo importante que son causadas por infecciones como las hepatitis B o C, VIH e infecciones del corazón.

Las vasculitis pueden durar poco tiempo o toda la vida, según su tipo, por lo cual en muchas ocasiones las intervenciones del manejo de esta dependerán no solo del control de la enfermedad si no también de la prevención de complicaciones de esta y de su tratamiento.

La detección y el tratamiento temprano de las vasculitis puede prevenir daño permanente y muerte por las mismas, por este motivo se hace necesario sospecharlas cuando hay síntomas sugestivos, evaluar los casos sospechosos por personal entrenado en las mismas y realizar manejo en centros especializados.

Los reumatólogos son los expertos que tienen un mayor conocimiento sobre este tipo de enfermedad, por lo cual deben ser la especialidad que dirija la atención medica de las personas afectadas por estas. Generalmente se hace necesario un equipo multidisciplinario de especialistas en piel (Dermatólogos), riñones (nefrólogos), sistema nervioso (neurólogos), de pulmones (neumólogos), de los ojos (oftalmólogos) entre otros para poder dar un manejo completo de estas patologías.

Las manifestaciones características de cada clase de vasculitis y sus tratamientos serán discutidas en entradas posteriores.