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¿Qué es la Polimialgia Reumática?

Dolor y rigidez en mayores de 50 años

17 de diciembre de 2020

La polimialgia reumática es una causa común de dolor y rigidez articular en personas mayores de 50 años, en especial de raza blanca. Estas quejas usualmente aparecen de forma rápida, en pocos días y semanas, e incluso su intensidad puede llevar a deterioro de calidad de vida, requerimiento de ayuda para autocuidado y postración de forma muy rápida.

Estas quejas afectan ambos lados del cuerpo y es común que el dolor sea mayor en los brazos con dificultad para levantar por arriba de los hombros por dolor. También tiene predilección por la región de la cadera y glúteos, pero puede afectar cualquier articulación del cuerpo.

El dolor y las quejas de rigidez son mayores en horas de la mañana y puede mejorar a medida que pasa el día y la persona realiza actividad física. Con periodos de reposo, como sentarse por un largo tiempo o en viajes, puede reaparecer la rigidez y el dolor.

La queja de dolor y rigidez puede ser tan intensa que puede causar alteraciones del sueño (como insomnio), dificultad para vestirse, para cambiar de posición y para el autocuidado.

La causa de esta enfermedad es desconocida, se considera que hay un proceso inflamatorio que predomina en las articulaciones, bursas (bolsas de líquido que permiten el movimiento articular) y tendones. Desafortunadamente, aún desconocemos que causa esta inflamación.

En ocasiones, la polimialgia reumática puede ser la primera manifestaciones de una enfermedad más grave conocida como arteritis de células gigantes. Incluso, otras enfermedades que causan inflamación como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico, pueden tener síntomas que se confunden con la polimialgia reumática.

No se debe confundir la polimialgia reumática con la fibromialgia. Aunque ambas pueden producir dolor, la fibromialgia no causa inflamación.

La polimialgia reumática puede ser difícil de diagnosticar, ya que no cuenta con una sola prueba que permita confirmarla o descartarla. El personal de salud se encargará de hacer una historia clínica detallada (siendo fundamental el interrogatorio), examen físico y pruebas que permitan descartar enfermedades que parezcan polimialgia reumática y que no lo sean. Las pruebas de sangre pueden detectar inflamación muy alta, como la velocidad de eritrosedimentación globular y la pcr, pero en algunos pacientes estas pueden ser normales y estas alteraciones no son exclusivas de la polimialgia reumática.

Por lo anterior, la especialidad ideal para el estudio, diagnóstico y manejo de la polimialgia reumática es reumatología. Teniendo en cuenta los posibles diagnósticos diferenciales y que no existe una sola prueba que permita realizar su diagnóstico.

En caso de sospecharse una polimialgia reumática, se podrá ofrecer una prueba de tratamiento con dosis medias de corticoesteroides. Si existe la enfermedad, la respuesta a este tratamiento es marcado y rápido en la mayoría de las ocasiones. Si se logra el control de los síntomas, el médico iniciara una reducción lenta de la dosis de los corticoesteroides buscando la menor cantidad posible que mantenga control de los síntomas.

Algunos pacientes pueden llegar a suspender los corticoesteroides de forma controlada y programada, pero este proceso suele durar alrededor de 1 año, pero puede tomar hasta 2-3 años. Otras personas no logran suspender por completo los corticoesteroides y se podrán recibir dosis bajas por mayor tiempo.

El plan, con la medicación y control de los síntomas, es reanudar la actividad normal de su vida para evitar complicaciones. El ejercicio físico no causa deterioro de la enfermedad y se fomenta para evitar deterioro físico por el reposo. Se debe evitar ganar peso y dietas ricas en grasas y azucares. El personal de salud se encargará de vigilar posibles complicaciones por los medicamentos como osteoporosis, cataratas, aumento de la presión arterial, aumento de los niveles de azúcar en la sangre o complicaciones de la enfermedad. En caso de aparecer fiebre, alteraciones visuales, dolor de cabeza intenso o sensación de fatiga para masticar o para elevar los brazos, se debe consultar inmediatamente al médico tratante debido a que estos son signos de alarma para arteritis de células gigantes.

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