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¿Qué es la fibromialgia?

Generalidades

2 de julio de 2019

La fibromialgia es un problema de salud común que provoca una alteración de cómo se percibe el dolor causando una mayor sensibilidad al tacto, menor tolerancia al dolor y sensación de dolor generalizado. Aun no son claras las causas de la fibromialgia, pareciera ser que hay una alteración de cómo se procesa la información del dolor en el sistema nervioso. En la fibromialgia no hay una alteración autoinmune, inflamatoria o muscular que cause el dolor, pero frecuentemente acompaña patologías que producen dolor articular.

 

Esta enfermedad es crónica (a largo plazo), más frecuente en mujeres en la edad adulta media y usualmente aparece en personas que tienen alteraciones del ánimo, problemas del sueño y enfermedades reumáticas como artrosis, artritis reumatoide o espondilitis anquilosante.

 

Probablemente existen genes que hacen que las personas sean más propensas a sufrir de fibromialgia, pero estos solos no son suficientes para causarla. Generalmente hay desencadenantes de esta, como lesiones en columna, artritis, estrés físico o emocional.

 

Otras quejas que manifiestan las personas con fibromialgia fatigan o cansancio extremo, sueño no reparador, dificultades de la memoria o para pensar. Es frecuente que la migraña se acompañe de otros problemas como depresión o ansiedad, migraña, colon irritable, dolor pélvico crónico, vejiga irritable o dolor facial o mandibular.

Los síntomas de la fibromialgia pueden variar en el tiempo con un impacto importante en la calidad de vida de las personas que lo sufren. El estrés, las alteraciones del ánimo y fuentes de dolor no controladas son causantes de empeoramiento de los síntomas de la fibromialgia.

 

A pesar de que la fibromialgia puede causar deterioro de la calidad de vida se considera benigna ya que no provoca enfermedad cardíaca, cerebrovascular, cáncer, deformidades físicas ni muerte.

 

El diagnóstico de la fibromialgia es clínico a través de un interrogatorio detallado y un examen físico completo en el cual se buscan puntos dolorosos y descartar otras causas de dolor muscular. No existen exámenes de sangre o imágenes que permitan el diagnóstico de la enfermedad, pero si se pueden utilizar para descartar otros problemas que puedan simular fibromialgia o ser enmascarados por esta.

 

La fibromialgia no tiene cura, pero si tiene manejo. Este puede ser farmacológico y no farmacológico. Los mejores resultados se logran con el uso de varios tipos de tratamiento.

A todo tratamiento farmacológico se le debe agregar un plan de ejercicio, aun con dolor el ejercicio de bajo impacto no será perjudicial. Es importante abordar los factores de riesgo y desencadenantes de fibromialgia como problemas del sueño, ánimo y alteraciones musculoesqueléticas que puedan empeorar los síntomas.

Con el tratamiento adecuado los síntomas pueden mejorar y se puede vivir una vida normal.

 

La fibromialgia no es una forma de artritis, no produce inflamación ni daño articular, de los músculos u otros tejidos. Debido a los síntomas de dolor y fatiga, que pueden confundirse con una artritis, muchas veces se hace necesario la evaluación de un reumatólogo quienes pueden detectar la fibromialgia y descartar enfermedades reumáticas. Para la atención a largo plazo de la fibromialgia no se hace necesario un seguimiento estricto de reumatología, los médicos de atención primaria pueden proporcionar la atención y los tratamientos de la fibromialgia. En caso de que se presenten dudas sobre patologías autoinmunes o musculoesqueléticas, se debe obtener una reevaluación por reumatología, ya que el hecho de que alguien tenga fibromialgia no descarta que pueda sufrir otras patologías que causen dolor en ese momento o posterior al diagnóstico de la misma.

 

En entradas posteriores profundizaremos en el diagnóstico y manejo de esta enfermedad.