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¿Qué es la enfermedad indiferenciada del tejido conectivo?

Información para resolver dudas e incertidumbre

26 de noviembre de 2019

El tejido conectivo apoya las diferentes partes del cuerpo, como la piel, ojos, pulmones y corazón. Es como el "cemento" que da forma a partes del cuerpo y ayuda a mantenerlas fuertes. Además, ayuda a algunos de los tejidos a hacer su trabajo, como los ligamentos o tendones, cartílago o grasa.

Existen muchas patologías que afectan el tejido conectivo, algunas de estas son:

  1. Alteraciones genéticas, como el síndrome de Marfan y la osteogénesis imperfecta.
  2. Enfermedades inflamatorias o autoinmunes como el lupus.
  3. Algunos tipos de cáncer.

Las enfermedades del tejido conectivo autoinmunes son poco frecuentes. Se le llama así al grupo de enfermedades de naturaleza inflamatoria y autoinmune que comprometen diferentes órganos y tejidos, teniendo gran potencial de daño y discapacidad.

Las enfermedades más reconocidas de este grupo son: Artritis Reumatoide, Lupus eritematoso sistémico, Síndrome de Sjögren, esclerosis sistémica, dermatomiositis, enfermedad mixta del tejido conectivo, síndrome antifosfolípido, entre otras.

Todas estas enfermedades tienen características y manejos que pueden llegar a ser muy diferentes, al igual que el impacto en la vida de las personas afectadas, pero durante las fases iniciales pueden tener síntomas sutiles o tener características definitorias ausentes que permitan su clasificación.

Cuando no es posible "encasillar" las alteraciones autoinmunes o inflamatorias en una enfermedad definida, pero se está seguro de que las alteraciones de laboratorio y los síntomas que aquejan al paciente corresponden a una enfermedad autoinmune sistémica, se utiliza el término enfermedad indiferenciada del tejido conectivo.

Aunque el término "indiferenciado" puede sonar vago, esto es una patología real. No significa que el personal de salud no sepa cómo llamar la enfermedad, simplemente significa que no están las alteraciones de laboratorio o clínicas que tradicionalmente se ven en una enfermedad típica como lupus eritematoso sistémico o esclerosis sistémica.

No es correcto utilizar los términos lupus latente o incompleto. Esto debido a que no todas las personas con el diagnóstico desarrollan lupus. Estas pueden diferenciarse en otras enfermedades autoinmunes e, incluso, en ciertos estudios hasta una tercera parte de los pacientes con el diagnóstico no presentan síntomas adicionales en el tiempo e incluso pueden tener formas autolimitadas de la patología.

Por lo anterior, los síntomas de la enfermedad usualmente no amenazan la vida y pueden ir desde cambios leves en los recuentos celulares de la sangre, fenómeno de Raynaud (cambios de coloración en dedos con el frío), inflamación articular, brotes en piel, sequedad en ojos, caída de cabello y alteraciones leves de las pruebas de autoinmunidad.

El manejo usualmente dependerá de los síntomas y alteraciones encontradas por el reumatólogo, aunque usualmente no requiere de medicamentos que causan disminución de las defensas de forma importante. Lo primordial es el seguimiento por reumatología, ya que esta especialidad es la que tiene la experiencia para detectar los cambios más sutiles para determinar si hay diferenciación hacia una enfermedad específica o si está apareciendo una complicación.