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¿Qué es el metotrexato?

Información y recomendaciones del medicamento

6 de diciembre de 2019

El metotrexato es un medicamento utilizado en artritis reumatoide y otras enfermedades de reumatología como el lupus eritematoso sistémico, artritis psoriásica, esclerosis sistémica y dermatomiositis.

Este es un inmunosupresor ("baja las defensas") que desempeña su función disminuyendo la inflamación.

Se incluye en el grupo de los fármacos modificadores de enfermedad por que en la artritis reumatoide ha demostrado disminuir el daño articular y mejorar la calidad de vida.

Aunque también se utiliza en quimioterapia, las dosis utilizadas en reumatología son bajas (usualmente menos de 25 mg a 30 mg cada semana).

La mayoría de los pacientes con artritis reumatoide se benefician y logran control de la enfermedad con el metotrexato. Su mecanismo de acción hace que sus efectos positivos no sean evidentes de inmediato y en general los cambios se empiezan a notar luego de 4 a 6 semanas de uso de este.

El metotrexato se puede tomar vía oral o por inyecciones en el musculo o bajo la piel. Usualmente se utiliza 1 dosis por semana, siempre el mismo día. Así disminuye la posibilidad de tener efectos adversos.

Cuando se toma vía oral se absorbe mejor cuando el estómago esté vacío. En caso de náuseas se puede tomar con el estómago lleno para disminuir los síntomas ya que no reduce mucho los beneficios.

Siempre que se utiliza metotrexato se recibe también ácido fólico o ácido folínico. El objetivo de estos es disminuir la posibilidad de cambios no deseados en la sangre o en el hígado por el metotrexato.

El tratamiento con metotrexato usualmente es indefinido a no ser que ocurran efectos adversos. En ocasiones, en casos seleccionados, el reumatólogo tratante podrá considerar disminuir la dosis o incluso suspenderlo si el paciente está con control total de la enfermedad y cumple ciertas condiciones.

Los posibles efectos secundarios más comunes son:

  1.  Náuseas, vómito o diarrea. Estas se pueden reducir al tomarlo con alimentos, en la noche y evitando lácteos el día de la toma.
  2. Úlceras orales, que son poco frecuentes por el uso de ácido fólico o folínico.
  3. Mayor sensibilidad al sol o sequedad en piel. Por lo que se debe utilizar protector solar.
  4. Sensación de fatiga, dolor de cabeza o malestar general. Usualmente es transitorio.

Existen efectos secundarios menos frecuentes (menos del 5% de los pacientes) que pueden ser disminución del recuento de las células sanguíneas o inflamación del hígado o discreta caída del cabello. Usualmente no son graves ni amenazan la vida, el reumatólogo durante la vigilancia generalmente los detectara con los exámenes y realizará los ajustes necesarios. El metotrexato en general no causa daño de riñones, pero si requiere de una función de estos lo suficientemente buena para poder eliminarlo del cuerpo (su médico se encargará de determinar esto y realizar la vigilancia necesaria).

Aunque en muy pocos casos se ha reportado inflamación de los pulmones por culpa de metotrexato, esto es infrecuente e incluso se considera seguro su uso cuando hay enfermedad pulmonar no grave en artritis reumatoide, esclerosis sistémica y otras enfermedades autoinmunes.

Hasta el momento no parece que aumente el riesgo de linfoma o cáncer en artritis reumatoide.

El metotrexato no causa infertilidad, pero está completamente contraindicado en el embarazo por su toxicidad sobre el feto. Antes de considerar un embarazo se debe informar al reumatólogo para que este realice los cambios necesarios al tratamiento e informe cuánto se debe esperar antes de poder buscar embarazo luego de la suspensión del metotrexato. En los hombres no parece haber ningún efecto sobre la fertilidad. Se considera que el metotrexato no debe ser utilizado durante la lactancia.

Las personas que toman metotrexato siempre deben informar al equipo de salud sobre su uso. SE deberá realizar vigilancia más cercana cuando se utilice antibióticos que contienen trimetoprim. Además, ya que disminuye las defensas, se deberá tener el esquema de vacunación al día y se deberá evitar las vacunas vivas atenuadas (polio oral, varicela, herpes zoster, triple viral, BCG, influenza nasal, fiebre amarilla). No hay ninguna contraindicación para vacunación para hepatitis b, influenza anual o neumococo.

El alcohol aumenta el riesgo de inflamación del hígado cuando se utiliza metotrexato. Cuando hay consumo excesivo de licor el uso de metotrexato se ha asociado a cirrosis del hígado. No se conoce exactamente cuánto es el nivel seguro de consumo de alcohol cuando se utiliza metotrexato, en general 1-2 tragos de alcohol una o dos veces por semana parecen no causar problemas importantes si el hígado está funcionando bien. Se desaconseja tomar más de 4 tragos de licor en una ocasión, así sea infrecuente.

Usualmente no es necesario suspender el metotrexato en caso de cirugías.

El metotrexato se debe almacenar en un lugar seco, fresco y fuera de la luz o calor directo. Se debe mantener fuera del alcance de niños.

No se debe olvidar que siempre que se esté tomando este medicamento debe haber un seguimiento regular por el reumatólogo para evaluar que este siendo efectivo y para vigilar posibles efectos adversos. Siempre que haya dudas sobre la medicación se debe consultar sin pena al reumatólogo para obtener la respuesta más informada sobre el tema.