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Lupus y la piel

Una de las manifestaciones más frecuentes de la enfermedad

4 de mayo de 2020

3 datos clave

  1. El compromiso de la piel en lupus es frecuente. Hasta un 80% de los pacientes con lupus tendrán algún compromiso de piel durante su vida.
  2. Los rayos ultravioleta afectan el lupus. Pueden dar lesiones en piel y promover recaídas de la enfermedad en otros órganos.
  3. Las medidas de fotoprotección son esenciales para el manejo adecuado del lupus.

El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune que puede afectar múltiples partes del cuerpo. Es crónica y de causa desconocida.

El compromiso de la piel en lupus es frecuente. Hasta dos terceras partes de las personas con lupus eritematoso sistémico tendrán compromiso de su piel por la enfermedad y hasta un 70% pueden notar que los síntomas en la piel empeoran con la exposición a la luz.

En ocasiones, se puede tener compromiso solo de la piel y en estas ocasiones se denomina lupus cutáneo.

Las lesiones de la piel en lupus pueden ser específicas de la enfermedad o inespecíficas (no exclusivas).

Dentro de las especificas encontramos el eritema malar (o en mariposa) que se caracteriza por un brote sobre levantado en el área de los pómulos y el puente de la nariz. Este puede causar dolor, sensación de ardor y piel tirante. Usualmente se relaciona con la exposición a la luz.

También podemos encontrar el lupus subagudo, que se caracteriza por lesiones que pueden presentar descamación, y el lupus crónico. Este último, en su presentación discoide, puede dejar cicatrices.

La caída de cabello es frecuente cuando la enfermedad no está controlada, pero el pelo vuelve a crecer cuando el paciente está bajo tratamiento y la enfermedad mejora. También pueden aparecer ulceras en boca o nariz, que pueden ser dolorosas, pero que no dejan cicatriz y generalmente desaparecen en menos de 2 semanas.

Se puede encontrar también palidez, entumecimiento y frialdad en los dedos de las manos y los pies con la exposición al frio. Los dedos pueden pasar de blanco a azul. Cuando regresa la circulación, los dedos se ponen rojos y aparece una sensación de hormigueo o quemazón. Todo esto se conoce como fenómeno de Raynaud.

El cuidado de la piel en lupus se debe aplicar a todos los pacientes con el diagnostico, independiente de si tienen lesiones al momento o si nunca las han tenido. Esto es útil para evitar actividad de la enfermedad, complicaciones y cicatrices.

Se debe mantener una adecuada higiene e hidratación de la piel. Si existen ulceras en la nariz se puede utilizar vaselina para mejorar los síntomas. Se deben evitar tintes de cabello en caso de que esté frágil por la enfermedad.

Adicionalmente siempre hay que utilizar foto protección con protectores solares, sombrillas, gorros o ropa con protección solar. Estas medidas harán parte de la rutina diaria, independiente de que tan soleado esté el día. En cuanto a los fotoprotectores, estos deben tener un factor de protección de al menos 50 y debe ser de amplio espectro con protección para rayos UVA-UVB. El vehículo o presentación variara según el tipo de piel.

El protector solar se debe aplicar cada mañana, antes del maquillaje, y no menos de diez minutos antes de salir al aire libre. Se debe repetir la aplicación al menos en una ocasión adicional en la tarde y cuando se haya sudado o humedecido la cara. En caso de ir a la playa, a una piscina o con la exposición al agua, la frecuencia de la aplicación deberá aumentar.

En el lupus, la protección de la luz ultravioleta es útil para prevenir el cáncer de piel y para prevenir inflamación en la piel y otras partes del cuerpo por culpa de la enfermedad.

Es importante, en caso de ser fumador, dejar este hábito. El tabaquismo empeora las manifestaciones de la enfermedad (tanto de la piel como en otros sistemas) y disminuye la efectividad del tratamiento.

Como parte del estándar de tratamiento, todos los pacientes con diagnóstico de lupus eritematoso sistémico deben utilizar antimaláricos (cloroquina o hidroxicloroquina) a no ser que haya alguna contraindicación. Estos, a su vez, son útiles para el tratamiento de las lesiones en la piel por el lupus.

Si las medidas de foto-protección y lo antimaláricos no son suficientes, se utilizarán cremas de esteroides o infiltración con esteroides según el tipo de lesión. Cuando todo esto falla, se utilizan inmunosupresores como azatioprina o medicamentos biológicos como el belimumab.

En el caso de la piel, lo ideal es siempre un manejo multidisciplinario entre dermatología y reumatología, logrando así los mejores resultados para la salud de la piel.