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Alimentación en enfermedades autoinmunes

¿Qué recomendaciones se pueden seguir?

24 de septiembre de 2019

Al momento no se conoce con exactitud el papel que juega la alimentación en el desarrollo de enfermedades autoinmunes.

No existe una dieta especial para enfermedades autoinmunes de reumatología hasta el momento. Tampoco existen dietas que puedan curar las enfermedades de reumatología. Sin embargo, existen recomendaciones que se pueden seguir para mantener un buen estado de salud y así disminuir el impacto de la enfermedad y la medicación sobre la salud.

En general se debe tener una dieta nutritiva y bien balanceada con variedad de frutas, verduras, granos integrales, carne, aves y pescados frescos. Aunque se ha considerado que pueden tener algún efecto protector alimentos como aceite de oliva, frutas y vegetales, no se puede afirmar que estos eviten o retrasen el desarrollo de una enfermedad autoinmune.

Se debe evitar la alfalfa, sobre todo en personas con lupus eritematoso sistémico, ya que se ha asociado a síntomas similares a esta enfermedad e incluso con el inicio de recaídas del lupus.

En caso de querer agregar suplementos dietéticos o vitaminas a la dieta, esto se debe discutir primero con el médico tratante o con un dietista autorizado, para evitar posibles interacciones con la medicación o sobredosificaciones.

Nunca se debe utilizar una dieta especifica o un suplemento nutricional como reemplazo de los medicamentos formulados para el control de la enfermedad autoinmune o los efectos secundarios de la medicación.

En enfermedades como la gota se puede limitar el consumo de carnes rojas sin llegar a suprimirlas, pero en otras como lupus o artritis no hay contraindicación para el consumo de estas en porciones adecuadas.

El consumo de alcohol no está contraindicado por completo, pero se debe consultar con el médico tratante en cada caso para evaluar que no haya medicación que pueda interactuar con el mismo o que haya situaciones clínicas que lo proscriban.

Se debe tener en cuenta medicamentos como antiinflamatorios no esteroides, los anticoagulantes y el metotrexato que pueden interactuar con el alcohol y se deben tener en cuenta las recomendaciones médicas en estas combinaciones.

En el uso de anticoagulantes como warfarina se debe tener en cuenta las recomendaciones de dieta que se hace para la misma, vigilando el consumo de alimentos ricos en vitamina K como brócoli, espárragos, kiwi, soya, espinaca, lechuga, col rizada, nabos, berros de jardín, endivias, coles, repollo, aceite de canola, hígado, acelgas y té verde. No significa que estos no se puedan consumir, solo que hay que vigilar su cantidad. Además, el jugo de toronja, jugo de arándano y el alcohol pueden aumentar el riesgo de sangrado.

Si se están utilizando corticosteroides estos pueden aumentar los niveles de colesterol y azúcar, además de aumentar la presión arterial, por lo que se debe tener en cuenta la cantidad de grasa, sal y azúcar que se consume para evitar complicaciones.

Los corticosteroides también pueden causar disminución del calcio en los huesos, llevando a fragilidad y aumento de riesgo en fracturas. Por este motivo se debe tener una dieta rica en calcio como espinaca o brócoli, leche, queso, yogur, o suplementos de calcio con vitamina D.

Cuando se estén utilizando inmunosupresores y glucocorticoides se deben evitar los alimentos crudos, ya que se aumenta el riesgo de infecciones invasivas y graves. También se deben evitar los quesos y leches sin pasteurizar por la misma razón. En caso de consumo de agua o jugos se debe estar seguro de su procedencia, utilizando agua potable o solamente embotellada si esto no se puede garantizar. También se debe tener cuidado con el uso de cubos de hielo, ya que en ocasiones se toman todas las precauciones con el líquido consumido, pero se desconoce la procedencia del agua utilizada para fabricar los cubos de hielo.